viernes, 1 de julio de 2011

Escritos de Tito

Tito es un integrante del Grupo La Barca, de usuarios, familiares y amigos del Servicio de Salud Mental del Hospital de Área El Bolsón.
A Tito le gusta escribir, contar.  Y queremos compartir uno de sus relatos.


Las aventuras de Tito

Roberto x Roberto

Capítulo 1: “De Tito, Ricardo y el Fede Santos a los matecitos en la San Marcos”
El sábado empezó el día bueno. Dormí bien porque me puse una bolsita de arena caliente atrás en la espalda que la doctora Kesa me la indicó,
Me tocaba el pito el remise como a las 9 y yo estaba durmiendo. ¡No tuve ni tiempo de ir al baño! Pensé: -Voy a ver si veo al doctor Roberto así me ayuda”…
Llegué al hospital a las diez menos 20, menos cuarto. Esperé tranquilamente, bien y después llegó Ricardo y Federico que llegó a las 6 de la mañana, que estaba tomado, allá en la guardia. Federico estaba contando que se había sacado el hombro en la catarata, ¿dónde fue? estaba bien en pedo Federico y Ricardo estaba tomado (se le sentía el olor a alcohol, tenía los ojos saltones, no andaba bien)
Después fuimos con el doctor Roberto a dejarlo a Ricardo a la casa de la prima y de ahí volvimos con el doctor Roberto  y fuimos a la casa de él a buscar la billetera para ir a la San Marcos y yo le limpié el parabrisas con una franela al doctor mientras lo esperaba y después el doctor parece que miraba el paraíso a través del parabrisas limpito.
Cuando llegamos a la San Marcos desayunamos café con leche y facturas. El doctor dijo: “No pago hasta que le den agua para el mate a Tito”. Entonces la chica fue a buscar agua para los matecitos! Tomé un par de matecitos y después guardé en el termo agua para por ahí tomar otros mates. Cuando salí de lo de Guajardo de comprar un kilo de carne de puchero y yerba y la gaseosa para la mami, Pasos de los toros, después compré cigarritos. Después tomé el remise y volví para la casa, la mamita se quedó contenta!

Las aventuras de Tito
Roberto x Roberto

Capítulo 2: “Sobre el Pirulo”

Un día la doctora Broide me dio seis pastillas: cuatro akinetón, un halopidol y un nozinan.
Resulta que yo me pongo a sacar la pastilla y está mi gatito abajo, el Pirulo.
No fue que yo le dí. Se me cayó a mí y no la pude encontrar: era el nozinan. ¡Y se la había tomado el gatito la pastilla!
Bué, resulta que el Pirulo se descompensó, anduvo tres días dormido y gritando por el campo. Andaba loco el Pirulo gritaba por la chacra. Y al otro día la doctora me cambió la pastilla y me dio clonazepam. Resulta que yo estaba sacando la pastilla del papelito, ahí voy y se me resbala el clonazepam ¡¡Y se la tomó el Pirulo!!
(pensar que era la pastilla para Tito y no para el gatito)
Entonces se compuso el gatito. Se relajó (porque antes estaba medio duro) y quedó bien hasta ahora.
Nunca más le dí pastilla al gatito, desde entonces cuando llega mi mamá me saca las pastillas y las guarda todas las pastillas con llave.

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