El Equipo lo conformamos la psicóloga Adriana Iribarren, el médico Roberto Irigoyen, y Claudia Molina, teatrera, pertenecientes al Hospital de Area El Bolsón, y Claudio Barrientos teatrero y psicólogo social.
A través del arte manifestamos sentimientos, estados de ánimo, emociones, anhelos. A través del teatro, además, nos divertimos, salimos de los parámetros de nuestra propia realidad, somos otr@s. Jugamos. En este jugar se ponen en marcha, se manifiestan procesos o aspectos inconcientes: cómo nos relacionamos, cómo comunicamos lo que nos sucede, cómo nos integramos e integramos a l@s demás. Esto es muy beneficioso para toda persona interesada y con necesidad de expresarse grupalmente. Y especialmente favorable para las personas con sufrimiento mental.
Manifestarse en un grupo que se va construyendo con la participación de cada un@, en el que se va estableciendo la confianza y el cuidado por l@s otr@s, ayuda a ir consolidando una imagen de sí mism@s, ir percibiéndose desde el lugar de lo que se puede.
Este recorrido que cada un@ va haciendo, entrando y saliendo mediante el juego teatral en situaciones dramáticas, a veces divertidas, acompañad@s del grupo que sostiene y de los coordinadores, que garantizan un espacio confiable ayuda a potenciar las capacidades expresivas y de relación de cada participante.
La dramatización de situaciones conflictivas que muchas veces l@s participantes traen al grupo, ayuda a poder transitarlas, resolverlas en la ficción, dando herramientas o caminos posibles de resolución que luego serán útiles en la vida cotidiana. Explorar formas de expresión, decir con el cuerpo, con el movimiento, el gesto, el canto, decir a través del juego. Callar. Mirarse. Vernos.
Algunas formas de sufrimiento mental llevan a la fijación de conductas, al estereotipo, al anquilosamiento. Poder explorar distintas formas de expresión ayuda a consolidar los recursos que se utilizan frecuentemente, y a poner en movimiento otros menos frecuentes.
La expresión teatral estimula el desarrollo de la autoconfianza justamente porque “nos habilita” para expresarnos del modo que podemos, tal vez sin palabras, o a través de una canción o una danza circular.
El juego y sobre todo el juego teatral nos permite ejercitar cuestiones como la cooperación, la solidaridad, el interés por l@s otr@s, la reflexión sobre lo personal y lo grupal. La crítica y la autocrítica. Poder decir a l@s integrantes del grupo lo que cada un@ piensa de las creaciones, de las actitudes, de los procesos. Poder escuchar lo que tienen para decirnos. Reflexionar junt@s
Ponemos el énfasis en los procesos de salud, en saber reconocerlos, que es un aprendizaje permanente porque cada persona, cada situación y cada momento es distinto. Y a partir de ese “poder ver estos procesos” se refuerzan y se potencian a través del intercambio grupal, del movimiento, la creatividad.
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